El miércoles 30 de abril, la Comisión de Cultura de AUSJAL —perteneciente a la Red de ENLACES y en la que participa la Universidad del Pacífico— organizó el conversatorio “Viviendo los Principios Ignacianos en nuestra labor universitaria”.
Este evento congregó a más de 278 participantes de 19 universidades de la Red AUSJAL, provenientes de más de 10 países, entre ellos: Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México, Perú, República Dominicana y Venezuela.
El objetivo del conversatorio fue reflexionar sobre cómo vivir los principios e identidad jesuita en medio de nuestras labores cotidianas. Este conversatorio forma parte de un conjunto de iniciativas, dentro del plan de trabajo de Cultura AUSJAL de la Red de Enlaces que se llevarán a cabo a lo largo del año 2025.
Las 4 Cs: una propuesta educativa integral con sentido humano
En un primer momento, el Padre Luis Ugalde, S.J. —Superior Provincial de la Compañía de Jesús en Venezuela (1979-1985), Rector de la UCAB (1990-2010) y presidente de AUSJAL (1998-2008)— compartió una inspiradora intervención en la que recordó que la misión de la universidad es educar con las 4 Cs.
Educar con las 4 Cs significa formar personas integrales, capaces de transformar el mundo desde una profunda conciencia humana y espiritual. Inspirado por la tradición ignaciana, este enfoque propone el desarrollo de cuatro dimensiones fundamentales que, juntas, dan sentido a una educación de calidad:
Conscientes, de sí mismos, de los demás, de la realidad social y de la presencia de Dios.
Competentes, con habilidades y conocimientos sólidos para desempeñarse con eficacia y ética, al servicio de los demás.
Compasivos, capaces de responder con solidaridad y amor ante el sufrimiento del otro.
Comprometidos, con la justicia, la equidad y la transformación de las estructuras sociales.
Estas dimensiones conforman una propuesta educativa orientada a formar personas “para los demás y con los demás”, capaces de servir, amar y construir humanidad.
La vocación profesional como camino hacia el bien común
Posteriormente, Soledad Maldonado, Directora de Identidad y Misión de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya (Lima, Perú), compartió cómo, desde una perspectiva ignaciana, la educación universitaria va más allá de la transmisión de conocimientos: busca formar hombres y mujeres comprometidos con el bien común.
Esto implica integrar la vocación profesional con una auténtica vocación de servicio, entendiendo la carrera y el trabajo como medios para transformar la sociedad y responder a sus necesidades más urgentes.
Este enfoque se alinea con el compromiso ignaciano del servicio de la fe y la promoción de la justicia, actualmente expresado en las Preferencias Apostólicas Universales (PAUs): mostrar el camino hacia Dios, caminar con los excluidos, acompañar a los jóvenes en su camino y cuidar de nuestra casa común.
Así, la formación universitaria se convierte en un proceso de acompañamiento a los jóvenes, pero también en una oportunidad para despertar su conciencia social, su sentido de solidaridad y su compromiso activo con un mundo más justo y sostenible.
Acompañar en el camino educativo es, al mismo tiempo, una forma de caminar con los excluidos y de cuidar el mundo que habitamos, formando personas comprometidas con una sociedad más justa, humana y sostenible.