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La Iglesia y el derecho a la unión civil para parejas del mismo sexo
05 de noviembre de 2020

​El pasado miércoles 21 de octubre se estrenó el documental "Francesco" en el festival de Cine de Roma, donde se recogen declaraciones del papa Francisco sobre la unión civil para parejas del mismo sexo, las que han generado mucho interés por parte de los medios de comunicación, políticos y líderes de opinión a nivel mundial y, en especial, en Perú.

"Las personas homosexuales tienen derecho a estar en la familia, son hijos de Dios, tienen derecho a una familia. No se puede echar de la familia a nadie, ni hacer la vida imposible por eso", dijo el Papa Francisco en el documental Francesco, según informó la Agencia Católica de Noticias.

"Lo que tenemos que hacer es una ley de convivencia civil. Tienen derecho a estar cubiertos legalmente", señaló el Sumo Pontífice. "Yo defendí eso". Fueron estas las declaraciones que han dado la vuelta al mundo y han llevado incluso a creer que existe un giro en la posición de la iglesia católica frente a la unión civil parejas del mismo sexo.

Particularmente, en Perú, donde de acuerdo al censo nacional de 2017 del INEI, el 76% de los peruanos señalaron profesar la fe Católica, y es uno de los 6 países de América del Sur que aún no reconocen el matrimonio igualitario y/o la unión civil para parejas de mismo sexo, estas declaraciones generaron mucho ruido en entre políticos, líderes de opinión y autoridades de la Iglesia.

Discriminación de derecho

En cuanto a la legislación peruana sobre el tema, Mariela Noles, profesora de Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad del Pacífico, señala que el matrimonio es un derecho reconocido en la Constitución Política, donde también se indica que todas las formas de discriminación basada en causales como la orientación sexual (según interpretación del Tribunal Constitucional) están y deben estar prohibidas en nuestro ordenamiento. "Lo cierto es que desde una mirada garantista de los derechos humanos de todas y todos, no se encuentra una razón para la limitación de la celebración de un acto jurídico, como la unión civil o el matrimonio legal, para las personas del mismo sexo. En estricto, se limita derechos a las personas solamente sobre la base de sobre quienes dirigen sus afectos. Esa no puede ser una justificación que responda a los principios del derecho.", remarcó.

Asimismo, Noles recordó que la legislación responde al contexto histórico en la que se dictamina, por lo que posteriormente siempre está sujeta a actualizaciones. Incluso, el Código Civil promulgado en 1984, que señala que el matrimonio debe darse entre hombres y mujeres, ha tenido actualizaciones para responder a los modelos sociales de hoy en día se entienden lesivos para el propio desarrollo de las personas y la sociedad como la obligatoriedad de que las mujeres pidan permiso al cónyuge para trabajar fuera de casa, o la obligatoriedad de tomar su apellido al casarse. "La sociedad evoluciona, y el derecho no puede ser un ente monolítico que se convierta en un ancla al pasado, que además continúe limitando derechos a las personas innecesariamente", señaló.

Dentro de los derechos que son negados al no reconocerse el matrimonio igualitario o la unión civil para parejas del mismo sexo se encuentran: la posibilidad de heredar, percibir alimentos, gozar de beneficios de salud por parte del seguro de la pareja, la posibilidad de tomar decisiones sobre tratamientos quirúrgicos, visitas íntimas en centros penitenciarios, así como recibir protección en caso de violencia familiar, entre otros.

En opinión de Mariela Noles, cuando el no provee las herramientas legales y de tutela jurisdiccional suficientes a cualquier persona con capacidad de consentimiento que quiera ejercerlo, está haciendo una diferenciación y si esta diferenciación no está basada en hechos objetivos, esta es una discriminación. En este caso en particular, la discriminación se da por la orientación sexual.

"El Estado reconoce el derecho de todos y todas a formar una familia. La Constitución Política del Perú reconoce el derecho de todas y todos a la igualdad ante la Ley, y adopta, además, el estándar de derechos humanos a que nos elevan los tratados en la materia. Solo manejándonos dentro de esta lógica, no hay razón alguna, para no reconocer el derecho al matrimonio legal a todas las personas que quieran ejercer este derecho", apuntó.

Iglesia y dogma

Por otro lado, Paola Corrente, profesora de Humanidades e investigadora del Centro de Investigaciones de la Universidad del Pacífico, advierte que existe una tergiversación de la información y aclara que el Papa se ha mantenido amplio sobre el tema, indicando que las parejas del mismo sexo deben ser tuteladas por la ley, pero no se ha pronunciado en sí sobre el matrimonio igualitario, como lo han señalado algunos medios nacionales y de la región. "Él no ha dicho que está bien, no ha dicho que la iglesia va a aprobar los matrimonio homosexual. Eso tiene que ver con el problema de la compresión lectora, que en el Perú hay bastante. Él no ha dicho eso. No ha dicho que está bien. Repito, para mí y para muchos que no tenemos que ver con la Iglesia, ni somos católicos, ya lo que ha dicho es mucho, porque puede abrir la vía hacia otra cosa. Entonces, aquí, probablemente se ha recibido como que el Papa está a favor de, y en el futuro eso puede ser usado para que los legisladores hagan una ley a favor de las uniones homosexuales, porque el Papa ha dicho que sí, no. Eso tiene que ver con la manipulación. Pero conviene a ciertos sectores políticos que el Papa haya dicho eso, entonces lo inflan", resaltó.

En este sentido, recordó que la iglesia Católica siempre ha tenido una postura contraria al matrimonio homosexual, porque no está alineado con los fines del matrimonio que históricamente se han definido: la reproducción, la protección de los hijos. "El matrimonio, contrariamente a lo que uno piensa, primero no es una institución religiosa, siempre ha existido. La gente se casaba también, se unía de por vida también en algunas sociedades tribales. Entonces, no es que la iglesia haya instituido el matrimonio. El matrimonio siempre ha existido, los griegos se casaban, los mesopotámicos se casaban… y la finalidad del matrimonio son los hijos, es tener hijos, es la reproducción y, entre en homosexuales, la reproducción no se da. Entonces, no tiene por qué haber matrimonio entre homosexuales, porque no pueden procrear y la finalidad del matrimonio es la procreación y la protección de estos hijos. Por eso se hicieron legislaciones a lo largo de los siglos, para proteger el matrimonio. El amor no tiene nada que ver. Es para para proteger a los hijos, que son el bien primario de la sociedad, sobre todo de las sociedades antiguas", detalló.

"La religión tiene una base ética y moral, defiende ciertos principios éticos. Entonces el Papa no puede decir ciertas cosas, porque va en contra de la ortodoxia. Es como que no sabe cuáles son los contenidos de la religión, precisamente. Por eso a ciertos sectores de la Iglesia no le gusta. Porque es como si digiera "A ya, el aborto está bien" o "permitamos el aborto". No, la Iglesia tiene una posición muy firme sobre eso: el aborto, no; el matrimonio entre homosexuales, no, porque eso tiene que ver con principios, con doctrina, con principios éticos que tiene la Iglesia, que tiene el cristianismo. Ahora sí el jefe de la Iglesia empieza a mantener una postura no rígida sobre eso, qué ejemplo da. Ese es el problema", acotó.

 

*Nota: Las opiniones vertidas en el presente artículo no necesariamente representan la posición institucional de la Universidad del Pacífico.

Etiquetas
Unión Civil religión Papa Francisco LGBT derechos discriminación

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