La Facultad de Economía y Finanzas de la Universidad del Pacífico presentó la charla magistral: “The Future in Mind: Long-Term Impact of an Aspirations Intervention” a cargo de Stefan Dercon, Professor at the Blavatnik School of Government and the Economics Department at the University of Oxford.
El destacado economista, junto a un colega, realizó un estudio en Etiopía, el objetivo era rastrear los efectos que tenía un empleo de fábrica sobre la salud de las personas. Si bien se encontró que las condiciones no eran las más favorables y que afectan el bienestar de la población, la investigación considera que el empleo no deja de ser valioso.
En ese sentido, según el experto, las fábricas brindan oportunidades de empleo valiosas para aquellos que de otro modo no las tendrían, y por lo tanto juegan un papel importante en el desarrollo de una nación.
El objetivo era averiguar si los empleos en la fábrica ayudaban a más personas que el apoyo empresarial, y aunque los resultados revelaron que trabajar en una fábrica no mejoraba significativamente los ingresos de las personas evaluadas, este sí les permitió obtener efectivo para ayudar a iniciar su propio negocio.
No obstante, también se evidenció que los empleados de fábricas empeoraron considerablemente su salud. Por ello, el destacado economista, sugiere que se debe pensar más seriamente sobre la regulación en la industria en los países en desarrollo, como exigir a las empresas que dejen de usar sustancias químicas dañinas o que los riesgos de los trabajos en las fábricas sean más claros para los posibles empleados.
Esta postura puede generar controversia porque para otros expertos esto incrementaría los costos operativos y, por ende, reduciría la cantidad de puestos de trabajo. Sin embargo, el estudio determinó que los riesgos en salud son muy altos como para seguir de esta manera.
Otra conclusión del estudio es que necesitamos tener una imagen más matizada del efecto de la globalización en los pobres a nivel mundial. “Algo tan complicado como la globalización nunca será solo bueno o simplemente malo. Necesitamos dividir lo bueno y lo malo, y descubrir cómo abordarlo sin eliminar el primero”, sostiene el estudio.