Por Angie Higuchi, investigadora y profesora del departamento de Administración de la Universidad del Pacífico.
Al momento de escribir esta columna, en Lima Metropolitana el precio del kilogramo de limón ha superado los 15 soles. Incluso en zonas como Lambayeque o Piura, la unidad de limón ya cuesta 1 sol. Y lo más dramático es que todo parece indicar que el precio va a seguir subiendo. Muchos actores alrededor de este cultivo se van a ver afectados, desde las amas de casa hasta empresas exportadoras.
Al momento, los supermercados han tomado medidas como establecer un límite de compra por persona. Por su parte, las cevicherías han tenido que elegir entre reducir sus porciones o aumentar su lista de precios pues, juntamente con el limón, la cebolla roja también ha tenido una subida de precio evidente. Asimismo, los emolienteros se ven en la necesidad de prescindir de la acidez en sus brebajes medicinales para evitar subir los precios. Por su parte, los vectores que apalean la inseguridad alimentaria como los comedores populares y ollas comunes, se las deben ingeniar para utilizar insumos que “rindan” y que puedan ser más económicos.
Renato Calle, ingeniero agrónomo y profesor de la Universidad Católica Sedes Sapientiae, explica que el limón que actualmente está al alza es de la variedad sutil, llamado popularmente “limón cevichero”. Este insumo es base del ceviche, pisco sour y es usado en la cocina diaria. Solo tres países tienen esta variedad: Perú, México y Colombia. Es importante recalcar que su importación está prohibida. La razón es que se corre el riesgo de contagio del virus dragón amarillo que daña por entero no solo la planta sino al cultivo. Y el limón no es un producto que se siembra y se cosecha a los cuatro meses. Este árbol puede tardar hasta cuatro años en generar producción.
Entonces, ¿cuáles son las razones por las cuales el precio del limón está tan caro? La floración que permite el fruto del limón se ha visto limitada por las lluvias que no han cesado incluso hasta abril-mayo en nuestra costa norte. Asimismo, los agricultores al no poder practicar la labor de agoste —quitar al cultivo el agua durante un mes para propiciar la floración— por la humedad del suelo producto de las lluvias, han visto la asfixia o muerte de la raíz de sus limoneros, impidiendo que se generen hormonas para la floración. A esto hay que sumarle que esta humedad, ha atraído a la antracnosis, un hongo que ataca directamente a la flor.
Si el rendimiento del limón cae, inicia la escasez y si a esto sumamos el hecho de no poder importar el producto, el resultado es el alto precio. Y, como siempre, las personas más vulnerables serán quienes se vean perjudicadas por el alza de los productos alimenticios, ya que tendrán que destinar más del 80% de sus ingresos para poder alimentarse.
Ante un Fenómeno El Niño global anunciado, existen una serie de medidas que deben de tomarse para corregir el daño y evitar tener consecuencias mayores. De acuerdo con el ingeniero Calle, es importante evaluar los siguientes puntos: 1) evaluar el emplear variedades resistentes y el 2) asesoramiento técnico para no sembrar en zonas bajas sino con el uso de camellones. La triangulación de Estado, empresa privada y academia debe de darse de forma que la extensión agrícola provista por el Estado y también por los privados, se pueda extender en cuanto a capacitación de los pequeños agricultores. Por su parte la academia debe fomentar investigaciones que involucren no solo el apartado agrícola, sino también la debida comercialización de los cultivos agrícolas. Finalmente, las prácticas pre-profesionales de estudiantes universitarios se tornan imprescindibles para demostrar resultados en campo. Por el momento, el limón seguirá subiendo. Hay que ajustarse los bolsillos, al menos hasta finales de este año. Pedimos desde aquí al consumidor de a pie, evitar acaparar y apelamos a su solidaridad, para que todos podamos tener acceso al preciado oro verde.