La innovación y el emprendimiento son elementos clave en la economía global, y uno de los nombres que ha destacado en el escenario de las startups en el país es Lucha, organización fundada por un grupo de empresarios y liderada por Yoel Chlimper. Con el objetivo de fomentar la creación de empresas con un enfoque en el impacto social y ambiental, esta organización viene contribuyendo su filosofía de impacto al ecosistema emprendedor.
De acuerdo con Chlimper, Lucha nace formalmente en 2021, aunque sus socios, algunos también fundadores de Mambo, venían desde hace varios años coqueteando con la idea de poner al servicio del impacto ambiental y social todo lo aprendido en el mundo de la consultoría por más de 10 años. “La idea detrás de Lucha es que queremos marcar una diferencia real en el mundo. Queremos abordar problemas sociales y ambientales importantes a través del emprendimiento y la tecnología. No se trata solo de construir empresas exitosas, sino de construir empresas que resuelvan desafíos críticos de manera sostenible”, afirmó.
Yoel menciona que Lucha busca ser una coalición de personas y organizaciones unidas por un propósito común: cocrear empresas en las que el planeta invertiría. Mediante un proceso que mezcla ‘company building’ y aceleración, Lucha se asocia con emprendedores de impacto para aportarles diseño, trabajo, experiencia y capital que incrementen las probabilidades de éxito, entendidas como la posibilidad de hacer rentable financieramente la solución a un problema social o ambiental.
Hoy, Lucha está compuesta por un grupo de 6 startups de impacto. Algunas de ellas son: Pachamama, empresa que se dedica a asociarse con comunidades rurales para armar proyectos de carbono y reforestación; Horus, startup basada en Berlín que fabrica prótesis para amputados de bajos recursos; Tappoyo, fintech que brinda créditos colectivos a mujeres de la economía informal y Excuela, ‘edtech’ de impacto que busca generar capacidades para la base de la pirámide social.
La selección de proyectos en Lucha es rigurosa y busca abordar áreas críticas como educación, salud, medio ambiente y tecnologías limpias. Ellos creen en el poder de la diversidad y la inclusión, por lo que buscan emprendedores con diferentes perspectivas y habilidades complementarias para abordar estos desafíos de manera integral.
Para Chlimper, la cultura ‘luchante’ mezcla el ya conocido espíritu emprendedor que cualquier startup debería tener con el activismo soñador que las causas sociales y ambientales ameritan. Según cuenta, todos los miembros de la comunidad luchante, sea el fundador de una startup de impacto, un inversionista o un practicante, comparten la noción de que los problemas que quieren resolver son tan grandes que tienen que mirarlos con humildad y saber convocar a más manos y mentes de las cuales aprender.

El impacto de la UP en Lucha
La universidad suele ser un espacio donde se originan las ideas que luego darán vida a grandes empresas y donde nacen sociedades sólidas. Para Chlimper, la Universidad del Pacífico fue un espacio de aprendizaje donde conoció a grandes amistades. “Principalmente, la UP me presentó a muchos de mis mejores amigos y socios. Creo que cuando uno está en la universidad no se da cuenta de lo valioso que es compartir ese viaje al lado de seres humanos tan especiales. También me enseñó a tolerar las cosas pesadas de la vida, como tener un examen de estadística un sábado a las 7 de la mañana.”, comenta.
Finalmente, cabe resaltar que el impacto de Lucha va más allá de sus propias empresas incubadas. También ha contribuido al desarrollo del ecosistema emprendedor en la región, organizando eventos y programas de capacitación para fomentar el espíritu empresarial social y sostenible. Es desde un enfoque que se centra en un crecimiento conjunto es que Lucha está trabajando por un mundo mejor.