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Cynthia A. Sanborn brindó emotivo discurso en la Apertura del Año Académico 2016
30 de marzo de 2016

​Durante la Ceremonia de Apertura del Año Académico se reconoció a los estudiantes que brillaron en el ámbito académico y extraacadémico durante todo el 2015.

En el marco de la Ceremonia de Apertura del Año Académico de Pregrado 2016, la Vicerrectora de la Universidad del Pacífico, Cynthia A. Sanborn, dio unas emotivas palabras de bienvenida a los alumnos en su nueva aventura estudiantil. Compartimos a continuación las palabras de nuestra Vicerrectora de Investigación: 

"La ceremonia que realizamos esta noche tiene dos propósitos. Primero, estamos aquí para inaugurar un nuevo año académico, en un contexto sumamente importante para el país y el mundo. También estamos aquí para reconocer a los alumnos que forman la Lista de Honor de la Universidad del Pacifico, quienes destacaron durante 2015 por su excelencia académica, y en los ámbitos de la cultura, el deporte, el voluntariado, el emprendimiento y la investigación. Cuando la Rectora me propuso que pronunciase el discurso inaugural en esta ceremonia, recordé mis propios años de estudiante universitaria, y pensé en lo lejos −en todo sentido− a donde he llegado desde entonces. 

Como ustedes probablemente saben, soy peruana por nacionalización; pero nací, crecí e hice mis estudios universitarios en mi otra patria, los Estados Unidos. Tuve la oportunidad de estudiar en dos de las mejores universidades de ese país, gracias a muchísimo esfuerzo y al hecho de apostar, como ustedes, para una educación liberal y exigente, la cual logré terminar con ayuda de becas y trabajo. 

Durante mis estudios de pregrado, el contexto político fue muy movido. Terminó la guerra de Vietnam, pero comenzaron las dictaduras y las guerras civiles en América Latina, donde EE. UU. Tuvo un importante y lamentable papel. Surgió el movimiento internacional por los derechos humanos, y por la igualdad de derechos para las mujeres. Los jóvenes no fuimos ajenos a todo eso, pues en los campus se debatía mucho; además, en mi caso, tuve la oportunidad de ser estudiante de intercambio en México y Perú, y conocer en persona los retos para el desarrollo y la democracia en esta región. Por entonces, no podía imaginar que, años después, yo regresaría para echar raíces en este país. He dedicado casi 20 años a la docencia, investigación y gestión en la UP, experiencia que considero un gran honor. 

Pero el propósito de esta noche no es hablar de mí, sino de ustedes, la comunidad universitaria, comprometidos en seguir construyendo una formación de CALIDAD en esta universidad. Y es de esto que quisiera hablar ahora, a través de tres temas fundamentales: 

1. La Calidad en Diversidad 
2. La Educación Liberal, con Investigación de Frontera, y… 
3. Lo que significa ser “Responsable para el Mundo” 

Hace un año, la Presidenta de Harvard University y distinguida historiadora, Drew Faust, publicó un manifestó titulado “Para sentarnos todos en la gran mesa”, donde sostuvo que esa prestigiosa universidad ha perdurado más de 400 años gracias a su capacidad de cambio y de inclusión. Fundada por y para hombres, de ascendencia europea y fe protestante, poco a poco Harvard iba admitiendo a brillantes jóvenes católicos, judíos, afroamericanos y, finalmente, mujeres −aunque recién en 1967 permitió a las mujeres entrar en la biblioteca principal−. Hoy, 21% de sus alumnos provienen de minorías étnicas, y 1 de cada 5 procede de un hogar de clase media baja o pobre. Pues para Harvard y otras universidades de primera, la diversidad resulta FUNDAMENTAL para mantener su liderazgo en el siglo XXI. Tener un grupo heterogéneo de alumnos y profesores, es absolutamente vital para poder comprender un mundo tan complejo. 

Los mejores empresarios de nuestro medio también lo entienden. Como escribió ayer en El Comercio Walter Bayly, Director del Patronato de la Universidad del Pacífico y Gerente General del Banco de Crédito (“Apostamos por la diversidad”), un equipo gerencial adecuado a los desafíos del presente tiene que ser innovador, pensar “fuera de la caja” y, para ello, se necesitan mujeres y hombres, de diversas profesiones, conocimientos académicos y experiencias vitales. 

La UP, por cierto, fue fundada en otros tiempos. Hace más de medio siglo, un grupo de empresarios, con apoyo de la Compañía de Jesús, se embarcaron en la tarea de formar una moderna escuela de negocios, y un grupo selecto de líderes hombres (sí, también era solo para hombres). Mientras otros jóvenes de los años sesenta emularon a los hippies, los Rolling Stones o el “Che” Guevara, aquí se inspiraban en la Alianza para el Progreso, liderada por el joven presidente John F. Kennedy, y se preparaban para dirigir empresas modernas y también un Estado moderno. (Aunque la dictadura militar postergó las aspiraciones de muchos, la UP siguió formando una élite que estuvo, y está, al mando de buena parte las instituciones más sólidas de nuestro país). 

Pero el mundo del siglo XXI es mucho más complejo, y la sociedad peruana también lo es. Somos ahora un país de ingresos medios, que aspira a ser una nación desarrollada en todo sentido –con más oportunidades y mayor equidad social−. Para ello, se requiere formar profesionales en un ambiente de mayor DIVERSIDAD. 

Los jóvenes que reconocemos esta noche son ejemplo de ello. Son 30 personas en la Lista de Honor −17 hombres y 13 mujeres− que destacan por sus logros dentro y fuera de las aulas, y así constituyen una inspiración para sus familias y todos nosotros. 

Ellos vienen de Lima y Callao, Cuzco, Cajamarca y Trujillo. Viven en San Isidro, San Miguel, San Juan de Miraflores, La Molina, Los Olivos, Comas y Camacho. Algunos vienen a la UP caminando, otros en combi, otros con chofer o manejando su propio auto. Sus raíces se extienden tan lejos como China, y tan cerca (pero también tan lejos) como los Andes peruanos. Por familia o esfuerzo propio, ellos hablan inglés, francés, alemán, italiano, ruso, polaco, chino y quechua. 

La mayoría de ellos trabaja, se preocupan por su país, y por un mundo que ya comienzan a conocer más. Y de hecho, los 4637 alumnos de pregrado actualmente en la UP, provienen de todos los sectores y creencias. Estudian para nuevas carreras y reciben una formación rica y amplia –en Humanidades, Ciencias Sociales, Derecho y Matemáticas, además de Economía y Gestión−. 

Partiendo de esta diversidad, sin embargo, ahora nos toca a todos aprender a transcender las diferencias que nos separan, para también “sentarnos todos en la mesa”, y formar parte de esta gran comunidad que es la UP. 

Thomas Rosenbaum, distinguido profesor de Física de la Universidad de Chicago, y ahora Presidente del Instituto Tecnológico de California (Caltech), al referirse a la importancia de la Diversidad y la Inclusión, expresó lo siguiente: 

“El hierro refinado por el fuego se convierte en acero, no porque se hace más puro, sino porque las adiciones a la mezcla, en este caso carbón elemental, lo fortalecen” 
Aims of Education Address, Universidad de Chicago, 2013 

Para que la Calidad en Diversidad rinda frutos, debe existir un ambiente de libertad y respeto, donde todos pueden expresar sus ideas plenamente. 

También debe contarse con un contexto exigente, donde no se permita el facilismo ni el fraude (ni la copia, como penosamente acabamos de ser testigos con un ex candidato vinculado al medio universitario). Y donde prevalezca la ética de trabajo: sí, hay que “sacarse la mugre”, como se dice popularmente, para aprender cosas difíciles y poner a prueba nuestras ideas. 

Esta es una EDUCACION LIBERAL: un sistema que promueve a los individuos libres, los empodera y los prepara para enfrentar la complejidad y el cambio. Que proporciona un conocimiento amplio del mundo, además del estudio en profundidad de una disciplina en particular, acompañado con un fuerte sentido ético y compromiso cívico. 

Para quienes aún no han egresado, les recomiendo seguir aprovechando al máximo esta educación integral. Y para todos, les recuerdo que la educación nunca termina –y nunca debe terminar−. Aprendemos algo nuevo todos los días, aprendemos cosas increíbles cada cierto tiempo. Para hacerlo, no obstante, hay que aprender a escuchar, no solo a hablar. Aprender a cuestionar, no solo a responder. A pensar críticamente, a cuestionar a quienes aparentemente saben, exigirles evidencia, evitar la respuesta simple y el llamado “sentido común”. 

Y ESTO ME LLEVA A LA INVESTIGACION 

Como Vicerrectora de Investigación, no puedo dejar de enfatizar la importancia de esta actividad, para toda la vida. 

Pero, ¿qué significa investigar? Significa, antes que todo, saber hacer buenas preguntas, sobre problemas importantes: por ejemplo, cómo lograr el desarrollo a largo plazo de nuestra economía, y mejorar la gestión de nuestra riqueza y recursos naturales. 

Un buen investigador o investigadora plantea las preguntas, y busca la mejor forma de responderlas utilizando todas las herramientas a su alcance. Luego comparte sus primeras respuestas e invita a otros a discutirlas. De estos procesos, que son sociales y no individuales, se crean nuevos CONOCIMIENTOS, que aportan a la ciencia y también a la resolución de problemas prácticos. 

La Universidad del Pacífico se ubica entre las 4 o 5 mejores universidades del Perú, en rankings que combinan calidad docente con investigación y publicaciones, y somos la segunda en número de profesores con grado académico de doctor. Estamos bien, especialmente si tomamos en cuenta nuestro reducido número de carreras y la juventud de varias de ellas. 

Estamos muy bien. Pero podemos estar aún MEJOR. 

Tenemos más de 80 profesores que investigan y publican. Sin embargo, una minoría lo hace en colaboración con colegas internacionales. Solo un tercio ha viajado a conferencias internacionales en los últimos años para compartir sus avances, y solo un tercio publica sus resultados en revistas o editoriales internacionalmente reconocidas. Y es en el nivel internacional donde el conocimiento avanza más, a través del intercambio entre comunidades de expertos, que no conocen fronteras nacionales. 

Por eso, la investigación y su internacionalización tienen una alta prioridad en la UP ahora. Nuestros profesores no solo deben enseñar bien, transmitir conocimientos –en esto son magníficos−, sino también generar conocimientos, y difundirlos. Por ello, estamos reclutando nuevos profesores con postgrados en excelentes universidades –más de 15 en los últimos 4 años– y por esto también ofrecemos incentivos a todos los docentes, para investigar, viajar y publicar. 

Nuestra meta es estar en las FRONTERAS del conocimiento, no en los márgenes. 

Esto, lamentablemente, no es lo que predomina en las universidades peruanas. Por consiguiente, les recomiendo prestar mucha atención a sus profesores y sus proyectos de investigación. Buscar sus CV, ver qué han estudiado y dónde, leer sus artículos o libros, escuchar en clase. Cuando un profesor les cuenta algo que es el producto de un estudio nuevo, algo no terminado y quizás experimental, ustedes tienen un acceso privilegiado. Algunos participarán en las investigaciones de sus profesores, a través del CIUP u otros centros de la UP. Algunos harán sus propios trabajos, como los que reconocemos hoy, que serán leídos ampliamente en el país y afuera. 

Esto me lleva al tercer y último tema. “Formamos líderes responsables para el mundo” es uno de los lemas de la UP. Pero, ¿qué significa? ¿Lo hacemos realmente? 

Los estudios de mercado sobre esta generación, no son tan alentadores. Aunque dicen que ustedes son más globales y conectados, también señalan que les interesan mayormente el consumo y la satisfacción individual. Que se definen en términos de sus bienes materiales y no de los “bienes del alma”. Que no se comprometen con una sola institución o causa para el largo plazo. Que son cínicos frente a las causas sociales, y les importa poco asumir algún tipo de responsabilidad política global. 

PERO YO NO CREO QUE ESTO SEA VERDAD. 

Con mis años en estas aulas, en diálogo con estudiantes de todas las carreras, tengo claro que los alumnos de la UP son diferentes. La mayoría de ellos puede desafiar estos estereotipos. Y, hoy más que nunca, es importante hacerlo. 

Pues hoy los valores que sostenemos – Libertad, Democracia, Justicia− están bajo ataque. Por el fanatismo, la violencia y el terror, el racismo y la xenofobia. 

La semana pasada le tocó a Bruselas. Tenemos ocho alumnos de intercambio en Bruselas hoy, testigos de primera mano de la brutalidad terrorista. Esta semana también les tocó a Turquía, Iraq y Pakistán. Antes, a París y Madrid, Oslo, Boston y Nueva York. Y también a nosotros, durante los años 80 y 90. 

El uso de la violencia y el terror, para imponer las ideas y aplastar a los contrarios, es condenable siempre. Busca suprimir la libertad de cada individuo, y la libre competencia de ideas y propuestas, que es la base de la democracia. 

Afortunadamente, nuestros alumnos no vivieron, o no recuerdan, esa violencia en el Perú; tampoco, la respuesta autoritaria y la peligrosa concentración de poder que esta generó. Aunque vemos rezagos de ella en la actual campaña política, donde nuestros alumnos deben votar por primera vez en elecciones nacionales. 

El 10 de abril, vamos a elegir al próximo Congreso de la Republica, que tendrá que representarnos a todos, y al próximo Presidente de la Republica, quien liderará al gobierno hasta el Bicentenario. Pero esto no es lo mismo que liderar al PAÍS, que es tarea de todos, y tampoco significa el fin de la participación política de ustedes. 

De hecho, nuestros alumnos y egresados pueden tener otra forma de hacer política y ser líderes, más noble y más efectiva, desde el ejercicio de su propia profesión o vocación. 

Siendo empresarios, por ejemplo, ustedes serán innovadores en sus procesos, y justos en su trato con trabajadores, proveedores y clientes. Cumplirán las leyes y dirán NO a las coimas, aunque les cueste perder un contrato. Promoverán a mujeres y hombres por igual, según sus talentos y no acatando los estereotipos sobre ellos. 

Si eres especialista en Negocios Internacionales, sabrás llevar no solo un nuevo producto o servicio más allá de nuestras fronteras, sino también llevar tus valores, el respeto por los derechos y la dignidad de toda persona. 

Si eres abogada, no solamente defenderás causas justas – ¡por supuesto que sí!–, sino también causas impopulares, clientes difíciles, que van contra la corriente. Porque esta es la justicia, donde todos tienen el derecho a la defensa. 

Si eres un especialista en Marketing, practicarás la ética y la veracidad en tus estrategias. Y si eres un economista de la UP, sabrás enfrentar los problemas que más impiden nuestro crecimiento con equidad, para dejar de ser tan dependientes de la exportación de materias primas, y la importación de conocimientos. 

Las elecciones son solo momentos de decisión, importantes pero pasajeros, ¡y a menudo es bien difícil decidir! Pero la política continua, y ustedes pueden practicarla de forma diferente, como profesionales responsables y ciudadanos activos. Esto no es fácil en el Perú, porque implica nadar contra la corriente. Pero es lo que debe diferenciar a un egresado o una egresada de la Universidad del Pacífico. 

Quiero concluir citando una frase que se atribuye al gran poeta y Premio Nobel irlandés William Butler Yeats: “Educación no significa llenar un balde, sino prender un fuego”.

La educación que ofrecemos en la UP busca prender este fuego: provocarlos a hacer buenas preguntas sobre problemas relevantes, y encontrar las repuestas. Para aportar al país, y para comprender mejor este mundo. Gracias y felicitaciones a todos".

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2015 alumnos Universidad del Pacífico Cynthia Sanborn

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