En 2018 Doménica Obando (Lima, 1994) fue seleccionada como una de las mentes brillantes del mundo para participar en el programa ‘Ventures’, de Singularity University, la famosa escuela de tecnologías exponenciales en el mero Silicon Valley, y cuyo lema es: “Preparando a la humanidad para el cambio acelerado de la tecnología”.
Doménica venía de ganar un concurso nacional de propuestas innovadoras organizado por el Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (Concytec) y la Singularity University, con una idea genial que buscaba democratizar el aprendizaje de inglés a distancia a través de inteligencia artificial, personalizando la enseñanza, la práctica y las evaluaciones, y haciendo el aprendizaje más rápido, útil, a bajo costo y gran escala.
De ese proyecto nació ANDI, un primer emprendimiento basado en la tecnología para enseñar inglés que pronto focalizó su público objetivo en los profesionales de la tecnología, y más precisamente en desarrolladores de software latinoamericanos. Así nació TALENTLY, con un currículo dictado por expertos de Amazon, Uber y Automattic, entre otras empresas de talla mundial, para desarrolladores de tecnología experimentados. A decir de Doménica, se trata de un público con mucho talento que solo necesita mejorar su inglés, algunas habilidades blandas y conocer mejor a la empresa a la que va a postular para poder conseguir trabajos a nivel global.
ALUMNI UP: ¿Cómo así te enfocaste en los desarrolladores de software?
DOMÉNICA OBANDO: Ser desarrollador de software es una de las mejores carreras en nuestros tiempos. El desarrollador en Estados Unidos es uno de los profesionales de mayor demanda y el número de puestos en este sector crece en 25% cada año. Además, gozan de la opción de trabajar en las mejores empresas del mundo o tener participación accionaria en startups, creciendo explosivamente.
AUP: ¿Cuál crees que sea el secreto de tu temprano éxito, el quid del asunto, la sustancia de tu emprendimiento?
DO: Es que yo estoy dedicada a resolver el gran problema de nuestra región, que es la barrera del lenguaje. Solo el 10% de latinoamericanos tiene dominio del inglés, que es completamente relevante para acceder a un buen trabajo y poder ser competitivo globalmente.
AUP: ¿Es cierto que tus clientes no te pagan hasta que consigan su primer trabajo estable?
DO: Es un ganar-ganar. Una manera de eliminar las barreras económicas y vincularnos de manera inclusiva con los potenciales líderes de la tecnología en Latinoamérica. Invertimos en nuestros participantes hasta que logren sus objetivos. De esta manera TALENTLY solventa su preparación hasta que consigan un empleo que represente una mejora económica y profesional. Solo a partir de ese momento empiezan a pagar un porcentaje de su salario en los próximos meses; sino, no pagas nada.
Tan interesante y tanto potencial de negocio tiene su empresa, que acaba de ser admitida por el fondo de capital de riesgo mexicano ‘500 startups’, que invierte en compañías latinoamericanas de reciente formación para brindarles asesorías y ponerlas a punto para escalar regional y mundialmente. ¿Cómo llegó a este punto crucial de su carrera? En principio, porque tiene la inquietud y tenacidad propia de los triunfadores.
Doménica estudió
Administración en la Universidad del Pacífico del 2011 al 2016. Y tuvo una vida universitaria muy activa, tanto dentro como fuera de clases, integrándose a comunidades de tecnología, colaborando con revistas universitarias y formando parte de asociaciones de liderazgo. Tras la universidad pasó por el mundo corporativo y el sector público, trabajando en P&G, Belcorp y en el Ministerio de Educación. Luego tomó cursos de tecnología en Israel y participó en proyectos de impacto en Europa. Toda esa intensa experiencia de aprendizaje acumulada en tan poco tiempo, la hizo conocer mejor y apasionarse por el sector de la tecnología de la educación, en el cual hoy se desenvuelve como pez en el agua. Además, claro, de ayudarla a descubrir su inagotable vena emprendedora. ■