Según la New York Times Rule de la ética, antes de hacer algo que sospechamos es inmoral, debemos preguntarnos: ¿me gustaría que lo que voy a hacer hoy salga en la portada del New York Times Rule o de cualquier otro diario mañana? La regla funciona como alarma moral que se enciende si la respuesta es negativa. Obviamente, la mayoría de nosotros no estaremos en la portada de un periódico a menos que hagamos algo bastante malo (o bueno). Se trata, entonces, de una hipótesis, un ejercicio imaginativo que nos ayuda a reconocer la moralidad de lo que estamos por hacer. Esta regla, por supuesto, deja de ser una mera hipótesis en el caso de los políticos, pues, lo más probable es que, sea lo que sea que hagan, tarde o temprano será noticia. Es una regla, en consecuencia, que los políticos no deberían hacerse con frecuencia, cada día, frente a cada decisión. Esto, claro, si les importa su honor y, dependiendo de la gravedad del asunto, su libertad. O si el poder aún no los ha cegado. El hecho que Vizcarra, siendo presidente, haya ocultado su vacunación al país (incluso asumiendo que lo hizo en calidad de voluntario), sugiere que su acción no pasaba la New York Times Rule de la ética. Y si no pasaba la regla, es razonable pensar que lo que hizo no fue, por lo menos, moral... como acusan las portadas de hoy.