Tomás Bermúdez, representante en Perú y gerente del Departamento de Países Andinos del BID señaló hoy en la presentación del informe Lidiar con la deuda, menos riesgo para más crecimiento en América Latina y el Caribe que Perú se ha destacado por su estabilidad macroeconómica y fortaleza fiscal. El especialista resaltó también que las políticas económicas prudentes y el manejo de los niveles de deuda han permitido a nuestro país navegar con éxito los desafíos internacionales. “Estas condiciones le permiten a Perú retomar la senda del crecimiento”, dijo Bermúdez.

Juan Pichihua Serna, viceministro de Economía del Perú
Asimismo, durante su participación, Juan Pichihua Serna, viceministro de Economía del Perú, habló sobre la importancia de institucionalizar un comportamiento sistemático de respeto a las reglas de manejo de responsable y transparente. “Es muy fácil salir de una situación compleja haciendo un gasto desmesurado, pero esto eventualmente se vuelve inmanejable y genera un déficit que el país tendrá que asumir. Por ello, el manejo económico desde la prudencia es clave para el crecimiento de la economía.”, agregó.
El evento, organizado por la Universidad del Pacífico, tuvo como objetivo presentar los diagnósticos y recomendaciones que se plantean en el libro, sobre cómo los gobiernos pueden reducir la deuda en función de sus diferentes realidades. Asimismo, se analizará el caso de Perú en esta materia durante las últimas dos décadas. El evento contará con representantes del gobierno, sector privado y academia.
De acuerdo con el BID, los planes de consolidación fiscal de Perú de mediano plazo son coherentes con los niveles prudentes de deuda, los cuales oscilan entre el 28% y el 33%. Perú ha demostrado su compromiso con la estabilidad macroeconómica al ser uno de los países que más rápido ha logrado retornar a niveles prepandemia y controlar el nivel de endeudamiento en un contexto externo difícil, en donde los choques de oferta son cada vez más persistentes.
El informe sostiene que los países de América Latina y el Caribe deberían reducir su porcentaje de deuda, de un promedio de 70% a un rango prudente de 46%-55% del PIB.
La fortaleza de las instituciones fiscales de Perú, como el Consejo Fiscal y la regla fiscal, le han permitido al país mitigar los impactos negativos de desafíos económicos globales como la crisis del COVID-19.
Deuda de América Latina y el Caribe
El estudio, parte de la serie Desarrollo en las Américas del BID, revela que la deuda total de América Latina y el Caribe aumentó hasta US$5,8 billones, o el 117% del PIB, desde menos de US$3 billones en 2008. En tanto, la deuda pública de la región creció del 58% en 2019 al 72% en 2020 debido a paquetes fiscales relacionados con el COVID-19, menores ingresos y la recesión.
Los altos niveles de deuda pueden obstaculizar el desarrollo, porque impulsan a los inversores a exigir mayores rendimientos, desplazando las inversiones privadas y obligando a los gobiernos a desviar recursos escasos para pagar intereses, en lugar de invertir en infraestructura y servicios públicos. Los altos niveles de endeudamiento también reducen la capacidad de los países de responder a futuros shocks económicos para apoyar a los hogares y las empresas, y aumentan el riesgo de una crisis.
Finalmente, el informe recomienda una agenda de formas para que la deuda se convierta en un motor para el crecimiento, incluyendo medidas para fortalecer las instituciones macrofiscales, reducir la deuda pública y mejorar su gestión y garantizar un entorno de financiamiento favorable para las empresas.