​La agricultura familiar, de acuerdo a la definición adoptada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés), comprende a las actividades agrícolas de base familiar, es decir, que es gestionada y operada por una familia y que depende principalmente de la mano de obra familiar (hombres y mujeres), comprendiendo también a las actividad forestal, pesquera, pastoril, acuícola, además de la producción agrícola.

En el Perú, de acuerdo al Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (MIDAGRI), la agricultura familiar contribuye con el 5.3% del Producto Bruto Interno (PBI). Asimismo, según la Encuesta nacional de Hogares (ENAHO), la agricultura familiar labora el 83% de la fuerza laboral agrícola, alrededor de tres millones de personas, y genera el 80% de los productos alimenticios que se consumen en el mercado nacional (Gestión, 2019). Del mismo modo, en nuestro país, el número de productores asciende a 2 millones 181 mil 977, de los cuales el 64% se encuentra localizado en la sierra.

"La Agricultura familiar es importante ya que produce el mayor porcentaje de los productos alimenticios que se consumen en el mercado nacional y da mucho empleo en el sector agrícola. Con lo cual su importancia económica, social y sobre todo de seguridad alimentaria y nutricional para los peruanos a nivel nacional, es de gran importancia. Básicamente, si no hubiera agricultura familiar, no podríamos alimentarnos de forma adecuada ni balanceada todo el tiempo, todos los días del año", afirmó Angie Higuchi, profesora de Administración de la Universidad del Pacífico.

Pese a la transcendencia de la agricultura familiar, existen una serie de retos y adversidades que enfrenta, como el cambio climático, la vulnerabilidad (especialmente en el caso de mujeres agricultoras), el limitado acceso al crédito y servicios financieros, la ausencia de jóvenes en el campo, quienes prefieren migrar a grandes ciudades, etc. (Comunicación Formagro, 2019).

En opinión de Higuchi, existe un amplio campo de acción por parte del Estado para cerrar las brechas que existen en la pequeña agricultura, como crear un entorno normativo hacia el avance de la seguridad alimentaria y nutrición de los peruanos y la importancia del enlace con la agricultura familiar. Asimismo, generar las condiciones para la comercialización como el acceso a mercados e infraestructura vial y contar con un sistema de información integrada para la toma de decisiones.

"Se tiene que enfatizar el trabajo de campo para la titulación de predios. Esto puede ayudar a los agricultores a acceder a créditos. Asimismo, no existe un sistema de información a nivel nacional donde haya cruce de información, que incluso debería de incluir el DNI del productor, información sobre si la tierra que tiene es propia o alquilada, si aún realiza ayni o el trueque, etc. Con data desagregada con sub-ítems que permitan identificar con mayor precisión a los integrantes. Esto ha imposibilitado la identificación correcta de estos agricultores que se encuentran en pobreza o extrema pobreza y atacar sus problemas", detalló Higuchi.

En esta línea, también resaltó la importancia de políticas para la promoción del consumo de productos orgánicos peruanos, a fin de impulsar cultivos de un mayor valor, que justifique los costos de revalorizar la sostenibilidad medioambiental, biodiversidad y la cultura. 

Por otro lado, señaló que, por parte de los agricultores, la principal estrategia para cerrar brechas es la asociatividad, ya que esto le permite ingresar sus productos a un mercado que demanda volúmenes, le permite acceder a créditos y financiamiento, así como a capacitaciones con fines productivos, de técnicas de calidad, finanzas, costos, acceso a mercados, entre otros. Asimismo, la asociatividad le permite gestionar mejor la logística, ya que le permite acceder a maquinaria, a la que por sí solo no podría costear, y a transporte para acopiar y enviar la producción en volúmenes a los mercados. 

Efectos de la Covid -19 sobre la agricultura familiar

En cuanto a la agricultura familiar, Daniel De la Torre Ugarte, investigador del Centro de Investigación de la UP (CIUP), precisó que, dentro de la actividad se identifican diferentes tipos, dependiendo de sus características como el tamaño de la finca, el piso altitudinal en que se encuentran, el nivel tecnológico que las caracteriza, entre otros.

En este sentido, señaló que, siguiendo el trabajo realizado por Héctor Maletta (2017) empleando el Censo Nacional Agrario (CENAGRO) 2012, se pueden identificar cuatro categorías de Pequeña Agricultura familiar: de Infrasubsistencia (614,969), caracterizada porque el nivel de producción no le permite llegar a un nivel de vida superior a la línea de pobreza extrema; de Subsistencia (975,809), caracterizada porque genera un nivel de ingreso que le permite estar sobre la línea de pobreza extrema, pero no le permite generar ahorros para incrementar su nivel de vida; Intermedia (426,092), caracterizada porque puede generar un ingreso moderado superior a la línea de pobreza, pero corre el riesgo de caer en la pobreza en los años de bajos ingresos agrícolas y no tiene mucha capacidad de ahorro; y Excedentaria (112, 853), que comprende a las que pueden alcanzar un nivel de vida significativamente superior al de la línea de pobreza y poseen una capacidad de ahorro.

"Entonces el grueso de la Agricultura Familiar, de infrasubsistencia y subsistencia, ha visto reducido sus ingresos principalmente por las restricciones impuestas en las actividades económicas fuera de la agricultura, pues de ellas es de donde generaban una parte importante de su ingreso. Para las intermedias y excedentarias, es posible que el impacto haya sido menos significativo, pues la actividad agrícola se mantuvo abierta, aunque con dificultades, durante la pandemia.; es posible que hayan tenido que utilizar sus ahorros y el reto está en que si tienen el capital suficiente para las siembras de este año", sostuvo el investigador del CIUP. 

Prioridades del próximo Gobierno para impulsar la Agricultura Familiar

Dentro de los principales retos de la agricultura familiar, se encuentra el acceso a crédito o financiamiento de las campañas agrícolas. En este sentido, Higuchi manifestó que una solución a mediano plazo sería evaluar un crédito a contra prenda agrícola, dado que los agricultores en muchos casos no cuentan con un título de propiedad, a fin de evitar que recurran al financiamiento informal, que cobra intereses muy altos.

Por su parte, De la Torre Ugarte, destacó que se requieren de alternativas de trabajo decente en las áreas rurales del país para quienes dependen de ingresos adicionales a su producción agrícola. De otro lado, coincidió con Higuchi en que se requiere incrementar el nivel de ingresos provenientes de las actividades agrícolas y ganaderas, a través de aumento de la productividad y el incremento de la demanda; especialmente la vinculación de la producción de la agricultura familiar a la actividad exportadora, añadió De La Torre Ugarte. 

"Las Unidades agropecuarias de infrasubsistencia y de subsistencia requieren de una intervención multidimensional del Estado. Es decir, no basta una política agraria, o una intervención desde el MIDAGRI. Se necesita una intervención coordinada de MIDAGRI, PRODUCE, MIDIS, MINCETUR, Educación, Transportes y Comunicaciones, Salud, Cultura, entre otros, para generar mayores oportunidades de trabajo y elevar el nivel de capital humano de los miembros del hogar. Si bien es cierto los programas sociales son un mecanismo importante, este no puede ser permanente", señaló De la Torre Ugarte. 

Por otro lado, opinó que el MIDAGRI necesita realizar intervenciones integrales y no aisladas. Dio como ejemplo que la ampliación de crédito debería estar acompañada por la disponibilidad de semillas mejoradas, mejores insumos, capacitación técnica, ampliación de mercados, mediante el acercamiento del productor al mercado interno, así como de la sofisticación del producto final generar valor agregado. 

"Dentro de todo esto, está el reconocimiento de las capacidades reales del sector público de proveer todos estos servicios. El capital humano existente en el MIDAGRI o los Gobiernos Regionales es bueno, pero no es suficiente para afrontar solos este reto", finalizó.

Referencias:

Comunicación Formagro (2019). "La agricultura familiar: retos y posibilidades". Extraído de: https://www.formagro.org/la-agricultura-familiar-retos-y-posibilidades/

Eguren, F. y Pintado, M. (2015). "Contribución de la agricultura familiar al sector agropecuario en el Perú". Centro Peruano de Estudios Sociales. Editor CEPES. ISBN: 978-9972-722-25-7.

Gestión (2019). "Agricultura familiar y pobreza rural". Instituto Crecer (07/03/2019).

Maletta, H. 2017. La pequeña agricultura familiar en el Perú. Una tipología microrregionalizada.

IV Censo Nacional Agropecuario 2012: Investigaciones para la toma de decisiones en políticas públicas. Libro V. Lima, FAO.