Es importante tener en cuenta que trabajar en la administración pública también implica circunscribir esa experiencia de acuerdo a los tres niveles de Gobierno: Central, Regional y/o Local, ya que las normas y las situaciones son, en muchos casos, diferentes y requieren un expertise individualizado.
La carencia de lo antes comentado no solo va en detrimento del accionar como funcionario público, sino que las malas decisiones, producto de la inexperiencia, perjudican al Estado y al ciudadano.
Además, pueden generar graves consecuencias en materia de control gubernamental, relacionadas con responsabilidades administrativas funcionales, responsabilidades civiles y/o responsabilidades penales.
Por último, resulta necesario construir sistemas de información
y conocimiento que den soporte a los profesionales públicos para aprender de las experiencias previas y evitar la pérdida de capital
humano. Esto último referido al impacto en el Estado de la pérdida de profesionales que no han podido transmitir sus aprendizajes a los nuevos servidores públicos que siguen sus pasos.