Ninguno
Desinformación, la otra pandemia que debemos enfrentar
27 de abril de 2020
“¿Comprenderán los lideres de opinión peruanos la responsabilidad que tienen sobre sus hombros; no solo por la información que propagan, sino por el ejemplo que brindan a la población?”, se cuestionó Oswaldo Molina, director de la Maestría en Economía de la Universidad del Pacífico.
Hace unas semanas, el Director General de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Ghebreyesus, resaltaba que no solo estábamos luchando contra una pandemia, sino que luchábamos a la par contra lo que él definió como una infodemia, una pandemia de desinformación. 
​​Esta segunda pandemia puede ser tan peligrosa como la primera, porque justamente para contener la epidemia necesitamos que los ciudadanos tengan ideas o creencias correctas que guíen su comportamiento. Peor aún, la información incorrecta no solo afecta a las personas que la consumen, sino que, al afectar el comportamiento de éstos, impacta sobre la trayectoria de transmisión de la enfermedad y, por tanto, tiene efectos negativos sobre toda la población. En pocas palabras, la desinformación, mata. Literalmente. No en vano los gobiernos -incluido el Perú- se han enfrascado también en una lucha contra este mal. 
Precisamente el impacto de la desinformación y el rol de los líderes de opinión es lo que buscan entender los académicos L. Bursztyn (Chicago), A. Rao (Harvard), C. Roth (Warwick) y D. Yanagizawa-Drott (Zurich) en una reciente investigación sobre la propagación del Covid-19 en Estados Unidos. Para ello, analizan dos de los programas de noticias más populares de la televisión americana: uno que rechazó inicialmente los peligros asociados con el virus y otro que, por el contrario, informó de inmediato sobre los riesgos del coronavirus. Los investigadores encontraron que los televidentes del primer programa demoraron en adaptar su comportamiento para enfrentar la pandemia, a diferencia de lo ocurrido con los televidentes del otro programa. Esto, a su vez, tuvo consecuencias graves. Se tiene evidencia que entre los televidentes del programa que generó desinformación hubo no solo más personas contagiadas, sino también más muertes que en el otro grupo. 
Frente a esta demoledora evidencia, ¿comprenderán los lideres de opinión peruanos la responsabilidad que tienen sobre sus hombros; no solo por la información que propagan, sino por el ejemplo que brindan a la población? Y aquí quiero ir más allá: en medio de la incertidumbre generada por la crisis que acompaña a la pandemia, propagar desinformación sobre acciones del gobierno o de terceros que puedan producir inestabilidad es particularmente dañino en estos momentos. ​​
Entiéndase, las críticas son siempre bienvenidas, pero no las mentiras que azuzan a la población en este momento de vulnerabilidad. Estos tiempos nos demandan ser especialmente responsables. ¿Cómo parar esta otra pandemia? Recuerdan cuando Pilar Mazzetti, titular del comando de operaciones Covid-19, decía que cada uno de nosotros es a la vez enemigo -porque puede transmitir el virus- y soldado -porque nuestras acciones pueden también contenerlo. Pues bien, cuando te llegue esa información extraña a tu celular, no seas “enemigo”, no la reenvíes. Se el soldado que necesitamos.

Esta columna de opinión fue publicada en el Diario El Comercio en este link:

Etiquetas
coronavirus Oswaldo Molina

​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​

Noticias recientes
Estudiantes de la Universidad del Pacífico obtienen segundo lugar en el Scotiabank International Case Competition 2024
Rodrigo Rivera (Administración), Camila Fernandez (Economía), David Ordinola (Ingeniería Empresarial) y Rafael Castro (Economía) son los integrantes del equipo UP que destacó en la prestigiosa competencia internacional.
Compartimos sueños, transformamos vidas: 1ra campaña de recaudación de fondos para becas de pregrado
La campaña impulsada por la UP buscó promover la generosidad de nuestra comunidad a través de un propósito común: igualdad de oportunidades de acceso y continuidad en la educación superior, que permitan transformar la vida de jóvenes peruanos e impulsar su sueño de convertirse líderes con propósito. La comunidad UP se consagró con más de 200 benefactores, los cuales permitieron que 11 estudiantes fueran seleccionados para recibir becas de accesibilidad y continuidad.