La inclusión financiera implica el acceso de toda la población a productos y servicios financieros asequibles que satisfagan sus necesidades de manera sostenible. En 2017, 1 de cada 3 adultos se encontraba excluido por completo del acceso a servicios financieros, y un número aún más elevado de personas no puede acceder a servicios de pago electrónico, financiación o seguros. Junto a esta realidad, la segunda década del siglo XXI ha visto la consolidación una evolución tecnológica, la disrupción digital, que podría transformar radicalmente el sector financiero, mediante el surgimiento de nuevos actores en el sector que se alejan de la idiosincrasia bancaria tradicional y lo aproximan al ecosistema de las empresas tecnológicas. La pandemia mundial de la COVID-19 ha supuesto una dramática ratificación de esta tendencia, acelerándola y poniéndola en primera plana. El objetivo general de este seminario es presentar un panorama general de cómo esta transformación impacta en la inclusión financiera de la población y cómo las políticas públicas de inclusión de financiera pueden apoyarse en esta innovación tecnológica, tratando de evitar al mismo tiempo los principales riesgos que éstas llevan aparejadas.